La salud de los Océanos en números
Fuente: Radio del Mar
Según un estudio científico, las aguas que bordean la Argentina figura
entre las de peor calidad del continente. Brasil está en primer lugar de la
región y Alemania encabeza la lista a nivel mundial.
Por Prof.
Norberto Ovando *
“Evidentemente,
la presencia humana tiene un impacto negativo substancial para el océano, y los
resultados están en relación inversa con la población costera”, destaca el
estudio, publicado en la revista científica Nature.
Con el fin de
saber si la salud de los océanos es buena o mala, si están mejorando o
empeorando, Benjamin Halpern biólogo marino de la Universidad de California,
EE.UU., uno de los responsables del estudio, indicó que es “la primera vez que
se comparan y combinan directamente dimensiones muy diferentes -ecológicas,
sociales, turística, económicas y políticas- que definen un océano con buena
salud”.
“El índice
permite cristalizar qué sabemos y qué no sabemos acerca del estado de los
océanos de una manera muy amplia y abarcadora”, explicó Halpern.
El Índice de Salud
Oceánica fue preparado por científicos marinos del Centro Nacional de Análisis
Ecológico de Santa Bárbara, de Conservation International, COMPASS, el New
England Aquariun, la National Oceanic and Atmospheric Administration, y varias
universidades
Para elaborar el
índice, se desarrolló un sistema de calificaciones capaz de evaluar la salud de
los océanos de diferentes países costeros del mundo y los datos obtenidos
fueron ingresados en un modelo de computadora determinándose un puntaje para
cada país.
Los especialistas
midieron la capacidad de los océanos del mundo para suministrar alimento al
hombre, actividades recreativas, al mismo tiempo de cómo se preserva la
biodiversidad. Los investigadores estudiaron temas diferentes, entre ellos el
suministro de alimento, la calidad del agua, la pesca artesanal, las
capacidades de captación de carbono, turismo, la protección costera y biodiversidad.
El Índice de Salud
Oceánica evalúa el estado actual de cada beneficio en contra de su objetivo.
Por ejemplo, una de
las cosas que la gente desea del océano es que los provea de alimento, pero la
pesca excesiva a la larga, conduce a la disminución de las capturas ya que
algunas poblaciones no se van a reponer rápidamente por haber pescado a los
juveniles o los adultos excesivamente.
Otro ejemplo es que
el aumento del turismo costero puede ser bueno para la economía local, pero
malo para los frentes oceánicos.
Halpern destacó que
el Índice de Salud Oceánica no pretende medir el estado prístino de las aguas
de un país. “Se trata, en cambio, de establecer en qué medida el océano puede
arrojar beneficios para un determinado lugar”.
Los objetivos
incluyen, limpieza del agua, provisión de alimento, captura de carbono,
biodiversidad, protección costera, oportunidades recreativas, pesca artesanal,
apoyo a economías locales, y “sensación de pertenencia”.
Evaluación de171
zonas económicas exclusivas (ZEE), hasta las 200 millas náuticas
Calificación
La calificación
elaborada por investigadores estadounidenses y canadienses, se realizó sobre
171 Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) que se extienden hasta 320 kilómetros
desde la costa o 200 millas náuticas, cuya responsabilidad corresponde a los
países costeros.
Estas ZEE estudiadas representan el 40% de los océanos del mundo, así como lo esencial de sus recursos, sus zonas de diversión y empleos que suministra el mar.
Estas ZEE estudiadas representan el 40% de los océanos del mundo, así como lo esencial de sus recursos, sus zonas de diversión y empleos que suministra el mar.
A cada país se lo
calificó con un puntaje sobre 100.
Las Islas
Seychelles, uno de los únicos países en desarrollo que está entre los doce
primeros lugares, con 73 puntos, Suriname, con 69 colocándose a Alemania, en el
cuarto lugar, encabezando a los países habitados con un resultado de 73 puntos
sobre 100.
Estos países son seguidos por Polinesia francesa 72, Francia con 66, España 64, Rusia con 67, y China logró 53.
De América Latina, Trinidad y Tobago 63, Brasil obtuvo 62, Costa Rica 61, Guatemala 60, Ecuador y Chile 60, México 55, y Colombia, Cuba y Argentina con 52 puntos.
Entre los más bajos resultados latinoamericanos en calificación figuran Uruguay con 47, Honduras y Venezuela 46, El Salvador 45, Perú y Haití 44, y Nicaragua con 43.
Once países africanos se colocan en los últimos lugares de la calificación, con resultados de 42 a 36 puntos.
Estos países son seguidos por Polinesia francesa 72, Francia con 66, España 64, Rusia con 67, y China logró 53.
De América Latina, Trinidad y Tobago 63, Brasil obtuvo 62, Costa Rica 61, Guatemala 60, Ecuador y Chile 60, México 55, y Colombia, Cuba y Argentina con 52 puntos.
Entre los más bajos resultados latinoamericanos en calificación figuran Uruguay con 47, Honduras y Venezuela 46, El Salvador 45, Perú y Haití 44, y Nicaragua con 43.
Once países africanos se colocan en los últimos lugares de la calificación, con resultados de 42 a 36 puntos.
Halpern se mostró sorprendido por el índice mundial general de 60 puntos y señaló que deja mucho espacio para las mejoras, pero también da esperanzas.
Conclusión
El índice
proporciona una herramienta poderosa para aumentar la conciencia pública, la
gestión directa de los recursos, mejorar las políticas y priorizar la
investigación científica.
“Tendemos a olvidar que los humanos
formamos parte de todos los ecosistemas. El Índice de la Salud de los Océanos
es único porque establece al ser humano como parte de los ecosistemas
oceánicos. No solo somos el problema, sino también parte de la solución”.
* Presidente /
Asociación Amigos de los Parques Nacionales - AAPN -
Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas - WCPA - de la UICN-
Red
Latinoamericana de Áreas Protegidas - RELAP -
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