Amazonas: Delfines en peligro
2014-01-15 Medio ambiente
Por César Modesto para Infosurhoy.com
BELÉM, Brasil – Las oscuras aguas del río Amazonas y sus afluentes están manchadas de sangre.
Cada año muere aproximadamente el 10% de los delfines de la región, unos 660 animales, según el Instituto Nacional para la Investigación en el Amazonas (INPA), del gobierno federal.
El Instituto Piagaçu, integrado por investigadores del Amazonas, ha publicado cifras aún más pesimistas: unos 2.500 delfines mueren cada 12 meses.
La matanza se produce porque la carne de estos delfines se utiliza como carnada para el bagre piracatinga (Colophysus macropterus). También conocido como el “buitre de las aguas”, este pez se alimenta de animales muertos y en descomposición.
“La matanza de delfines comenzó en el año 2000, cuando el bagre capaz (Pimelodus grosskopfii), que tiene un sabor similar al piracatinga, comenzó a desaparecer de los ríos de la Amazonía colombiana”, indicó Nívia do Carmo, presidenta de la ONG Associação Amigos do Peixe-Boi (AMPA).
Para pescar capaz, los colombianos utilizan carne de delfín, según la AMPA. La carencia de capaz llevó a los colombianos a viajar a Brasil para enseñar a los pescadores locales a pescar piracatinga del mismo modo, para venderlo después en partes de Latinoamérica donde se consume este pescado.
“Ahora, la matanza de estos delfines se ha extendido a Santarém en [el estado brasileño de] Pará”, explicó Carmo. “Pero tenemos que recordar que los residentes de las zonas cercanas al río no comen piracatinga y tenían miedo de los delfines, que son una figura mística en la región. El problema es que el dinero tuvo más poder”.
Además de ser una figura mística, el delfín está protegido por la Ley 7.643/1987, que establece una condena de dos a cinco años de cárcel y una multa quienes se sorprenda capturando o acosando a estos animales.
Hace décadas, el delfín del Amazonas (Inia geoffrensis), el costero (Sotalia guianensis) y el tucuxi (Sotalia fluviatilis) eran abundantes en la cuenca del río Orinoco, que incluye Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, así como Guayana, Surinam y la Guayana Francesa.
Estos mamíferos son delfines de agua dulce, con características diferentes a los de agua salada. Ahora corren el riesgo de desaparecer debido a la intensa pesca y a los bajos niveles de fertilidad - las hembras dan a luz a una cría a la vez, la amamantan por un año y la cuidan por hasta cuatro años.
En un intento por detener la matanza, un fiscal del Ministerio Público Federal del estado del Amazonas, Rafael da Silva Rocha, está estudiando formas de poner la responsabilidad en el gobierno y en aquellos involucrados en la matanza.
“Si bien es una actividad económica que se ha establecido por más de una década, no existen normativas para la pesca del piracatinga, ni relacionadas con prohibiciones y moratorias”, comentó Rocha.
La venta del bagre piracatinga en los mercados y ferias de toda la Amazonía es muy común, pero se hace bajo otro nombre: douradinha. El pescado se vende en filetes, y oscila de R$12,90 (US$5,48) a R$19,90 (US$8,44) por kilo.
“Vender piracatinga con otros nombres es ilegal, puesto que infringe el derecho del consumidor a la información. Se hace para superar la resistencia del público, porque saben que estos peces comen carcasas de animales”, dijo Rocha. “Los estudios han demostrado que los carroñeros tienden a concentrar metales fuertes en sus cuerpos, como el mercurio, los cuales son perjudiciales para las personas”.
En 2007, el gobierno brasileño fue acusado formalmente de la matanza de delfines en la 59a. Reunión de la Comisión Ballenera Internacional (IWC). La IWC recomendó medidas de prevención y aplicación de la ley urgentes.
En una audiencia pública en octubre de 2013, IBAMA [la agencia federal de protección ambiental brasileña] informó haber realizado tres operaciones de aplicación de la ley este año, pero que ninguna de ellas consiguió encontrar actividades ilegales”, precisó Rocha.
Rocha lamenta la falta de “acción significativa continuada” para detener la matanza de delfines en el estado.
“Ni siquiera la vergüenza internacional del informe de la IWC produjo acciones realmente eficaces de las agencias de aplicación de la ley del estado del Amazonas”, agregó.
AMPA ha estado trabajando para concientizar a la población y ha estado invirtiendo en alternativas viables, al igual que otras instituciones y ONG.
Carmo cita como ejemplo la Aliança Boto-Vermelho (Alianza para los Delfines del Río Amazonas), creada en asociación con la ONG con sede en Londres, World Society for the Protection of Animals.
“Esta alianza está estudiando la implementación de cebos alternativos que pueden usarse a partir de este año”, expresó. “Además, mostramos la importancia del delfín en la naturaleza, como agente purificador de los ríos, dado que también comen peces enfermos, y garantizando que la pesca es más sana para los residentes de los pueblos cercanos a los ríos”.
AMPA tiene otras iniciativas, como la del Proyecto de Ecoturismo Amigo de los Delfines del Río Amazonas. Creado en junio de 2013, se está expandiendo este proyecto con la construcción de una plataforma flotante que permitirá la interacción con los animales.
Otro proyecto de la AMPA es la Bototerapia (terapia de delfines), la cual permite a niños con discapacidades realizar actividades con delfines en la comunidad de São Thomé, en la Reserva de Desarrollo Sostenible de Rio Negro, en el municipio de Iranduba en Amazonas.
“El delfín es un animal extremadamente dócil que no tiene miedo a los seres humanos”, explicó Carmo.