La felicidad en la desigualdad
Creo que fue el momento en el que abrí los ojos, yo no podía creerlo y me costaba trabajo aceptarlo como realidad para la mayoría, crecí en ese entorno y siempre lo miraba infantilmente bonito y perfecto, era la Quinta Bella o la Quinta Buin (nombre que intento imponerle la dictadura) pero para los vecinos fue y seguirá siendo Quinta Bella. Fue cuando me di cuenta que estaba rodeado de tristes desigualdades que hacían este mundo súper penca, de estudiantes que no podía seguir estudiando, de trabajadores que no les alcanzaba pal' mes, de gente que no podía lograr sus sueños o que simplemente no podía vivir una vida tranquila, como creo yo ,cualquier persona quisiera, porque el sistema chileno no lo ayuda y no lo deja surgir o porque el sistema no quiere que lo haga, porque está hecho para la felicidad de unos pocos y para una clase dominante que poco y nada se preocupa de los que le dan su riqueza, la clase trabajadora.
Pero lo más raro de todo lo anterior es que entre medio de tanta agonía e injusticias existe la felicidad y lo mejor es que es felicidad a la gente que te rodea y no a lo material y eso hace a la gente pobre algo tan especial y algo tan intrigante que un mundo lleno de egoístas, ególatras y personalistas como el de la clase burguesa nunca podrá comprender y superar, por eso el pueblo siempre le ganara a los cerrados de mente, a los ladrones de cuello y corbata y a los que simplemente piensan en seguir enriqueciéndose materialmente porque la riqueza de la clase trabajadora es sobrenatural y fantásticamente superior.
Tomás Calfullan Muga.
0 Responses to "La felicidad en la desigualdad"
Leave A Comment :