Chile – Recuperar el mar es tarea ciudadana

Posted by Socialismo Revolucionario on jueves, enero 26, 2012


Chile – Recuperar el mar es tarea ciudadana

ECOCEANOS EN LE MONDE DIPLOMATIQUE: Recuperar el mar es tarea ciudadana



  • Chile, con sus 3,6 millones de kilómetros cuadrados de Zona Económica Exclusiva -equivale a cinco veces la superficie terrestre del país-4.200 kilómetros de costa lineal y30.000 kilómetros de archipiélagos y fiordos, es una de las cinco áreas marinas más productivas del planeta. Por eso los grupos económicos, chilenos y transnacionales, tiene un ojo puesto en el mar. 
  • Una política pesquera moderna y democrática debe tener en el centro la conservación y el manejo sustentable y equitativo de los recursos y ecosistemas acuáticos, así como una asignación de estos para que generen le máximo bienestar posible a la sociedad, contribuyendo de esta manera a la gobernabilidad, la seguridad alimentaria, la generación de empleos de calidad y el fortalecimiento de las capacidades de las comunidades costeras. 


Por: Juan Carlos Cárdenas* y Patricio Igor Melillanca*

En las casi cuatro décadas desde qye comenzó la dictadura militar y el gobierno de Sebastián Piñera, siete familias[1] se han beneficiado monopólicamente de las rentas generadas por las valiosas pesquerías chilenas.

El sector evidencia un altísimo grado de concentración económica. Un ejemplo es el Grupo Angelini, conglomerado formado por las empresas Corpesca, South Pacific Korp y Pesquera Iquique-Guanaye, el que controla el 34% de las cuotas de pesca industrial a nivel nacional. En sociedad con la empresa Coloso y su filial Pesquera San José –pertenecientes a las familias Lecaros y Menéndez-, este grupo posee a su vez el 46,6% de la cuota de jurel, mientras domina el 75% de la captura de anchoveta en la zona limítrofe con Perú.

El Grupo Angelini y las pesqueras Camanchaca, Bío Bío y Alimar controlan el 80% de la cuota de jurel, principal pesquería chilena, la que es destinada a la producción de harina y aceite de pescado, y secundariamente a enlatados, ahumado y congelado para el consumo.

En la acuicultura industrial la situación es similar, ya que 10 grandes compañías salmoneras concentran el 56% de la producción y el 57% de los retornos económicos que genera esta millonaria industria de exportación. Entre ellas están algunas compañías que controlan las pesquerías pelágica (Camanchaca, Itata y Bío-Bío), junto a transnacionales Marine Harvest y Cermaq/Mainstrean -propiedad mayoritaria del Estado noruego-, seguido por Pesca Nova y Nippon Suissan.

Colapso y privatización

Como respuesta al actual colapso pesquero, y a tan sólo dos años de haber finalizado la mayor crisis productiva y social provocada por las malas prácticas sanitarias y ambientales de la industria de salmonicultura en Chiloé, el empresariado pesquero rentista y la industria continúan impulsando vía Parlamento, abusivos procesos de privatización de los recursos pesqueros y del litoral costero nacional.

Ya el 2010 modificaron la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA) para permitir la hipoteca de bienes nacionales de uso público, como las concesiones de acuiculturas, para avalar la deuda de 2 mil millones de dólares que mantienen las compañías salmoneras con la banca acreedora[2].

Las sucesivas reformas que se han realizado a la LGPA, así como el presente proyecto de ley que ha sido enviado al Congreso por el gobierno buscan consolidar la privatización del sistema pesquero mediante la imposición del sistema de cuotas individuales de pesca de plena transferibilidad. Para ello, los grandes conglomerados pesqueros argumentan supuestos derechos históricos de propiedad, a la vez que intentan establecer la plena transabilidad, tanto de las cuotas individuales de pesca como de las concesiones de acuicultura, entregadas gratuitamente por el Estado con fines productivos.

Esta estrategia apunta a la creación de un mercado secundario de compra, venta y arriendo de dichas cuotas y concesiones, las que estarían articuladas con las transacciones de acciones de estas empresas en la bolsa de comercio, lo que daría inicio a la fase especulativa en la pesca y acuicultura chilena. En el futuro, luego de cada crisis sanitaria, ambiental o comercial, habrá más papeles de cuotas de pesca y concesiones acuícolas en poder de los bancos y circulando en las bolsas de comercio que peces en el mar.

Especulación

Al imponerse en el 2001 el sistema de cuotas individuales y transables de pesca, eje de la estrategia privatizadora, con el nombre de fantasía de “Límite Máximo de Captura por Armador” (LMCA), los intereses de los conglomerados industriales, presente transversalmente en el Parlamento chileno, argumentaron que una asignación mediante subastas públicas expropiaba las inversiones realizadas por las empresas.

La Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca), la Asociación de Industriales Pesqueros del Norte (Asipnor) y la Asociación de Empresarios Pesqueros del Sur (Asipes), han establecido un amplio frente de oposición liderado por la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), para bloquear la licitación de sus cuotas pesqueras, contemplada en el proyecto de ley enviado al Congreso a mediados de diciembre del 2011, denunciando la existencia de un intento “expropiador” del gobierno de Sebastián Piñera, el cual amenazaríala Constitución, los derechos de propiedad y la institucionalidad sectorial.

Los objetivos de esta campaña corporativa busca lograr la extensión a perpetuidad del sistema de LMCA, así como el reconocimiento de los derechos históricos de la industria sobre la totalidad de sus cuotas de pesca, impidiendo de esta manera su licitación. A esto se une el establecimiento de seguridades jurídicas y derechos de propiedad sólidos, que podrían ser transados, fraccionados o arrendados.

En forma complementaria, el empresariado pesquero industrial busca la eliminación de la categoría legal de pescador artesanal, ya que “otorga un estatus diferente a determinados empresarios, muchos de los cuales distan de ser pequeños pescadores, y restringe la operación de un auténtico mercado de cuotas de pesca, de modo que nuevos inversionistas puedan ingresar al rubro, adquiriéndolas a precios razonables, y que les permitan formar una base de explotación eficiente, competitiva y con el necesarias economías de escala”[3]. Con ello se busca transformar a los pescadores artesanales de productores independientes, en mano de obra temporera y barata, o en abastecedores de materia prima, integrados a la industria pesquera, acuícola, turística y sectores del retail.

En esta estrategia, juega un papel central el ministro de Economía Pablo Longueira, quien busca finalizar la inconclusa reforma del sector pesquero, cuyas bases fueron establecidas durante las postrimerías de la dictadura militar, mediantela Ley Nº18.892 de 1989 o “Ley Merino”, apellido del Jefe dela Armada y miembro dela Junta Militar que presidió Pinochet.

Al entrar el proyecto a la Cámara de Diputados, el lobby empresarial ya había logrado disminuir desde un 50% a 15% el porcentaje propuesto por el gobierno de licitación de las cuotas industriales.

Una tarea ciudadana

Uno de los principales desafíos de la sociedad es la construcción de una propuesta democrática que asegure la gobernabilidad, sustentabilidad ambiental y justicia social en el mar chileno y áreas costeras, unida al respeto de los derechos de género, de las comunidades costeras y puebles originarios, así como la solidaridad con las generaciones que vendrán.

La constante disminución de las capturas marinas durante los últimos 15 años, evidencia que nos encontraríamos en el umbral, o tal vez ya haya sido superado, de las capacidades de los ecosistemas costeros de seguir suministrando peces, crustáceos, bivalvos o algas al ritmo extractivo impuesto por las depredadoras y excluyentes políticas pesqueras durante las últimas dos décadas.

A esta percepción se suma el hecho que el Estado y el Parlamento se encuentran secuestrados por los intereses corporativos nacionales y transnacionales existentes en los sectores de la pesca, acuicultura y alimentación.

Por ello, sólo una radical transformación de las actuales políticas públicas, institucionalidad y legislación pesquera -las que deberán estar sujetas a procesos de rendición de cuentas- permitirá enfrentar los urgentes desafíos ambientales, sanitarios, productivos y sociales del sector. Ello sólo será posible modificando la racionalidad y las relaciones de poder sobre las que se asienta el actual modelo extractivista de tipo “minero” que ha sido impuesto por el empresariado rentista.

Una política pesquera moderna y democrática debe tener en el centro la conservación y el manejo sustentable y equitativo de los recursos y ecosistemas acuáticos, así como una asignación de estos que generen le máximo bienestar posible a la sociedad, contribuyendo de esta manera a la gobernabilidad, la seguridad alimentaria, la generación de empleos de calidad y el fortalecimiento de las capacidades de las comunidades costeras.

Para ello se debe vincular el desarrollo pesquero y acuícola al fortalecimiento de las comunidades costeras y de los sectores pesqueros artesanales y de mediana escala, reconociendo el importante rol que cumplen en el combate a la pobreza, alimentación nacional y desarrollo regional.

Es clave modificar tanto en la sociedad civil como en los espacios de decisión política, las arraigadas visiones productivistas de corto plazo, las que tienden a ver a los océanos y las comunidades costeras sólo como productores de bienes, servicios proteínas y empleos.

Es necesario modificar el enfoque mediante el cual se destina mayoritariamente las capturas pelágicas a la producción industrial de harina y aceite de pescado para la alimentación animal industrial, salmonicultura y de animales de compañía, en desmedro de la estabilidad de los ecosistemas marinos, las poblaciones de peces y la seguridad alimentaria nacional.

En esta perspectiva se debe integrar al sector de pesca y acuicultura a un a política de seguridad alimentaria y de salud pública, la que promueva la alimentación sana y asegure el acceso masivo y a bajo precio a esta fuente de alimento de alta calidad biológica, poseedora de altos niveles proteicos y de valiosos ácidos grasos poliinsaturados.

Es necesario avanzar hacia un enfoque multiespecífico de las pesquerías, basado en la incorporación del principio precautorio y el enfoque ecosistémicos, la eficiencia energética y el uso intensivo de mano de obra, el cual debe estar integrado a las comunidades locales. En esta perspectiva, se debe avanzar hacia un ordenamiento del borde costero realmente participativo e informado.

Sin embargo el aspecto clave es la recuperación y fortalecimiento del papel del Estado en la generación de las políticas de acceso uso de los recursos, las labores de regulación y monitoreo y el fortalecimiento de las comunidades costeras.  Esto en oposición a las actuales políticas de externalización/privatización de las labores de control y de “autorregulación” de la industria.

Es urgente eliminar la figura de la “pesca de investigación”, ya que corresponde a un mecanismo corrupto que ha tenido alto impacto en la sustentabilidad de los recursos, al ser su objetivo real el lucro y pago de favores políticos por parte de los Subsecretarios de Pesca de turno. Unido a esta medida, es urgente el establecimiento de vedas productivas para aquellos recursos que se encuentran colapsados o en procesos de sobreexplotación.

_________________________
* Juan Carlos Cárdenas, Médico veterinario y Director Ejecutivo del Centro Ecoceanos

** Patricio Igor Melillanca, Periodista, Director de Comunicaciones del Centro Ecoceanos

[1] Familia Angelini (Corpesca/SPK-Iquique Guanaye); Familias Lecaros-Menéndez (Coloso/Pesquera San José), socio del Grupo Angelini; Jorge Fernández y Franciso Cifuentes (Pesquera Camanchaca); Familia Stengel (Pesquera Bío-Bío), fusionada con Camanchaca; Familia Sarquis (Pesquera Itata); Grupo Yaconi-Santa Cruz (Pesquera El Golfo, fusionada con Pesquera Itata); Roberto Izquierdo (Pesquera Alimar); Familia Del Río (Pesquera Frío Sur). A ellos se suman las transnacionales epañolas Pesca Nova (Pesca Chile) y japonesa Nippon Suissan Kaisha (Endepes).

[2] ElMercurio 20/04/2011

[3] Cuestionable acuerdo en el sector pesquero, EditorialLa Tercera, 01/10/2011