La expansión del ébola durará al menos 2 meses

Posted by Socialismo Revolucionario on viernes, agosto 08, 2014

lUCHA CONTRA UN VIRUS / CRISIS SANITARIA INTERNACIONAL


Los expertos calculan que el brote dejará en total más de 1.500 muertos

Fallos iniciales en la acción de la OMS contribuyeron al descontrol infeccioso

EL PERIODICO DE CATALUNYA


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EDICIÓN IMPRESA

8 agosto 2014
Página 2
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ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA
VIERNES, 8 DE AGOSTO DEL 2014
Unos enfermeros trasladan a una víctima del ébola, en Monrovia (Liberia).
El brote del virus del ébola que en estos momentos aterroriza a las poblaciones de Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria se encuentra en su fase de máxima expansión, con un número de enfermos que crece a diario en proporciones aún no del todo identificadas y que, en apenas una semana, ha sumado 208 muertos más, alcanzando los 932 actuales. Esa etapa de intensa gravedad alcanzará su límite y entrará en un periodo de meseta epidémica dentro de unos dos meses, cuando la cifra de afectados dejará de crecer exponencialmente, sin desaparecer, según prevé el doctor Josep Maria Jansá, responsable del área de inteligencia epidemiológica del Centro Europeo de Prevención de Enfermedades (ECDC), el organismo de vigilancia infecciosa y salud pública de la UE.
Tras ese periodo de contagios sostenidos, el primer brote de ébola que afecta al África Occidental iniciará su declive y «hacia el final del año», añade Jansá, se considerará controlado. En esa última fase la cifra de muertes será escasa, «cuatro o cinco a la semana, o menos», indica el epidemiólogo, que no pone en duda que este terrible episodio del virus hemorrágico se acabará controlando. «Espero que el balance final de fallecidos no alcance los 2.000, pero podría superar los 1.500», afirma.
Estas previsiones no se cumplirían, en absoluto, si la batería de acciones programadas y emprendidas en las últimas «dos semanas» por la Organización Mundial de la Saud (OMS) y los gobiernos de EEUU, la UE y sus organismos sanitarios no se ejecuta. «Dejar que el brote se extinguiera de forma espontánea, por su propia dinámica infecciosa, sería intolerable, impensable -advierte Jansá-. En ese caso, hablaríamos de una mortalidad muy superior».
CAUSAS CONOCIDAS / El evidente descontrol al que ha llegado esta epidemia se explica «en buena medida», en opinión de Jansá, por el grave error de valoración con que la OMS trató el episodio en sus inicios, que se sitúan en diciembre del 2013 en Sierra Leona. «En abril de este año, los responsables de a OMS en África informaron de que la fase crítica del brote había pasado, y que la infección había entrado en declive -explica el epidemiólogo-. Ese optimismo equivocado se acabó cuando llegaron los datos de Guinea. Entonces se empezó a ver claro».
Pero los fallos prosiguieron. «Más que analizar qué se hizo mal en aquel primer momento, hay que hablar de lo que no se hizo», sintetiza Antoni Trilla, responsable de control epidemiológico en el Hospital Clínic, de Barcelona. Cuando se produce un brote causado por un virus altamente letal, como el del ébola, uno de los elementos clave para su control es la «gestión de la comunicación», prosigue Jansá. «Se requiere la participación de antropólogos y sociólogos que tracen el plan de acción más eficaz para el perfil de población al que habrán de dirigirse
-añade-. Y es fundamental difundir los mensajes adecuados, que sean efectivos. Nada de eso se hizo en el inicio de la epidemia: no se valoró la envergadura y no hubo directrices adecuadas. Todo eso explica la gravedad que ha alcanzado el brote».
A diferencia de la población del este de África, familiarizada con los cíclicos brotes de ébola ocurridos en el pasado, y con las medidas sanitarias que consiguen acotarlos, en el oeste todo resultaba extraño: desde el aislamiento al que se intentó someter a los primeros enfermos, hasta la sugerencia de que en las ceremonias funerarias no se tocara al cadáver de quien había fallecido por ébola. Ese desconocimiento y
desinformación se han traducido en un descontrol que persiste, la ocultación de enfermos en las casas para que no los aislen en el hospital, la desconfianza ante las buenas intenciones de los sanitarios -con frecuencia rechazados- y la definitiva propagación de la infección.
AISLAR E INFORMAR / A toda esta situación se ha empezado a poner coto en el último medio mes por parte de los gobiernos, organismos sanitarios y organizaciones humanitarias implicadas en la epidemia, un conglomerado que en estos momentos incluye a Europa, EEUU y África. «A mediados de julio, la OMS dió un giro total a su actuación», asegura Jansá. «Hay que volver al abecé del control de epidemias», dice Trilla.
Ahora, lo fundamental es establecer la comunicación con los líderes comunitarios, transmitirles mensajes que tengan credibilidad y coordinar la acción de los sanitarios, prosigue Jansá. «Se están distribuyendo equipos de protección [mascarillas, guantes y trajes aislantes] para médicos y enfermeras, porque lo primero es cortar la infección entre ese personal», explica. En Liberia han enfermado de ébola 60 médicos.
El brote, concluyen, se controlará cuidando y aislando a los enfermos, y trazando una línea de enlace con sus familiares y conocidos, para mantenerlos en observacion y cuarentena. «Hay que hacer todo lo que no se hizo en su momento -dice Jansá-. Este episodio no tenía que haberse descontrolado».