¿Es Chile un país de verdad? por Marcel Claude

Posted by Socialismo Revolucionario on viernes, abril 05, 2013

Fuente: El Rastro, 08. Feb, 2013

Un ex vocero del gobierno de Bachelet, Francisco Vidal, amenazando con darle como guaraca a quienes ataquen a su candidata, una ministra del trabajo, Evelyn Matthei, distribuyendo improperios de grueso calibre a los trabajadores, a los parlamentarios y a una ex colega en el Parlamento. El director de Impuestos Internos envuelto en una impresentable operación de corrupción condonándole gruesas sumas en deudas a su cliente Cencosud, otro ex ministro de Bachelet, inculpado en la usurpación de aguas en la Quinta Región, La Polar, un ex ministro de Piñera involucrado en operaciones corruptas por el asunto de la acreditación de las universidades.
Chilian boySuma y sigue. Resulta abrumador, irritante, más aún cuando el discurso de las autoridades es tan hipócrita. Es ridículo ver a Chadwick excusando el actuar impresentable entre Matthey y Marta Isasi, insultos iban insultos venían, por el hecho de ser ellas mujeres con personalidad fuerte. Los límites todos rebasados. Ahora ser de personalidad fuerte, es decir, disponer de un carácter aguerrido o contestatario, no permitir ser avasallado o doblegado, debe expresarse a punta de groserías. Le hubiese costado mucho a Chadwick reconocer la falta de respeto, el desmadre de la sra. Matthei? Por qué siempre se elige el camino del cinismo y no la honestidad?
Si a esto le agregamos que nuestras riquezas se las llevan a manos llenas las multinacionales, con el aval de estas autoridades que andan a garabato limpio haciendo su trabajo; que las empresas de servicio, tal como Aguas Andinas, simplemente no hagan su trabajo, gracias a que nuestras educadas autoridades les hacen reglas que no los obligan a indemnizar ni asumir sus errores.  Suma y sigue, sistema de salud privado orientado al lucro y sistema público desfinanciado; pensiones indignas y que limitan en el abuso grosero y desalmado; educación cara y mala; sistema público de transporte (Transantiago) que produce irritación, enojo y rabia a todos los millones que deben usarlo día a día.
Esto necesariamente nos obliga a preguntarnos si estamos viviendo realmente en un país de verdad. Si no es un mal sueño o simplemente una pesadilla. Lo más odioso es que los medios de comunicación nos torturan con la idea de que somos felices; que estamos dentro de los países menos corruptos y de los que marca mayor crecimiento económico; top tentop fivenumber one. 
No todo es negativo, claro está, las buenas madres que aman a sus hijos seguirán esmerándose día a día por ellos; los buenos papás a su vez harán lo mismo; los hijos responsables velarán por el cuidado de sus ancianos padres; en fin, los buenos médicos atendrán con responsabilidad y dedicación a sus pacientes, así también los profesores con vocación de educadores. El problema es que esto lo harán sin ningún apoyo, con la mochila de los bajos salarios y los altos precios, pagando lo que no tienen por servicios de pésima factura, lidiando con el abuso de los bancos, las AFP, el Transantiago, las carreteras concesionadas, sabiendo todos que detrás de esta realidad y de la hipocresía de las autoridades a la hora de explicar todas estas barbaridades, está la “madre del cordero”, a saber, un pacto de sangre entre la Concertación y la Alianza para controlar los destinos del país y repartirse la riqueza. El problema es que han llevado tan lejos esta inmoralidad que hoy Chile ya no es un país de verdad, apenas sí una gran salitrera donde los dueños de ésta lo son también de la escuela, el hospital, la plaza, el mercado y el cementerio.