Chile - La pobreza en Ercilla y la interpretación de La Tercera

Posted by Socialismo Revolucionario on viernes, febrero 15, 2013


14 Febrero, 2013


Por Luis Garcia-Huidobro Sj
Foto: Fernando Lavoz, AFI Santiago
Aprovecho esta plataforma para compartir la carta al director que envié al diario La Tercera a propósito del editorial de hoy.
Señor Director:
No puede menos que causar perplejidad el editorial del día 14 de febrero. En él se llama la atención sobre el hecho de que las zonas de “conflicto indígena” son las más pobres según un estudio del Ministerio Social. Se destaca que “Ercilla –que ha sido epicentro de graves atentados violentistas en los últimos años- es la comuna con mayor nivel de pobreza”, e infiriendo una relación causal, se plantea que “resulta indispensable que el Estado aplique políticas efectivas para restituir el orden público” y así atraer inversión a la zona.
El editorial soslaya las evidentes preguntas que debieran recaer sobre la industria forestal, de donde proviene la mayor parte de la producción de estas comunas. Según los dirigentes mapuche, son las forestales las responsables de la pobreza, ocupando el territorio, depredando el ecosistema, sin ofrecer puestos de trabajo acordes a la riqueza que producen. Un editorial más balanceado debiera ligar la extrema pobreza en territorios indígenas con la extrema riqueza de los grupos Angelini y Matte, propietarias de cerca de un millón y medio de hectáreas en la zona de conflicto. La relación causal entre violencia y pobreza podría invertirse, y plantearse la pregunta de cómo es posible que los territorios que tienen a dos familias chilenas en el ranking Forbes, sean los más pobres del país. Esa pregunta que usted elude ha sido planteada por Cepal en su informe “Desigualdades territoriales y exclusión social del Pueblo Mapuche en Chile: Situación en la Comuna de Ercilla desde un enfoque de derechos”.
He pasado estas últimas semanas participando en las cosechas de trigo de algunas de las comunidades mapuche de la comuna de Ercilla que suelen sindicarse como “violentistas”. Las comunidades están trabajando las tierras ocupadas y recuperadas, produciendo frutos y luchando contra la pobreza a través del control territorial.
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